La orden

El énfasis principal se coloca en el mandato central de “hacer discípulos”. Note que el mandato es hacer discípulos, no simplemente convertidos. Los 3 participios relacionados revelan 3 aspectos importantes en el proceso de hacer discípulos:  

Id

En el Griego original se puede traducir “mientras está yendo” o “habiendo ido”. Se supone que el seguir los principios de la comisión dada a los discípulos implica estar yendo. Hacer discípulos tiene que ser  una parte natural de nuestra vida (Deuteronomio  6). Jesús no les enseñó a sus discípulos en un salón de clase, sino en el contexto de la vida diaria. Su “hacer discípulos” fue integrado en vez de aislado. Los discípulos debían seguir su ejemplo, tomando la iniciativa y no esperar a que la gente llegara a la iglesia. El discipulado es un estilo de vida.  

Bautizando

El bautismo es el testimonio público de que un individuo ha puesto su fe en Cristo. La Gran Comisión indica que el bautismo es ‘en’ la trinidad. De esto aprendemos algo sobre la naturaleza de la nueva identidad del nuevo creyente. Una de las cualidades asombrosas de la trinidad es la comunidad que El Padre, Hijo y Espíritu Santo comparten. De una manera similar, un creyente es bautizado en la comunidad; la cual es, como Jesús les enseñó a Sus discípulos (Juan 17), la comunidad de creyentes que comparten el mismo tipo de unidad como la Trinidad. 

Enseñando

Como miembros de la comunidad de Cristo (la iglesia), los cristianos tienen que aprender a vivir de tal manera. Note lo que se debe enseñar. El versículo no dice que la meta es enseñar los mandatos, sino la meta es enseñar la obediencia a todo lo que Jesús mandaba. Hay una tremenda diferencia entre enseñar  los mandatos y enseñar la obediencia. Simplemente informar acerca de la voluntad de Dios no logra el propósito de Cristo. Tenemos que enseñar (y animar) a la gente a obedecer. Note también que se debe enseñar “todas las cosas que os he mandado”. Esto significa que tenemos que enseñarles a obedecer la entera voluntad de Cristo, sin omitir nada. No podemos satisfacernos con una obediencia parcial, lo cual fácilmente puede llegar a ser la norma. Al contrario, debemos constantemente escudriñar las Escrituras, preguntándonos, “¿Hemos obedecido todo lo que está escrito aquí?” y “¿Cómo podemos obedecer cada mandato más fielmente? “. Claro está que la obediencia se basa en el amor, asi que nuestro amor a Cristo será el reflejo que verán nuestros discípulos, si queremos enseñar a amar amemos, si deseamos que la gente obedezca la mejor manera es dando un ejemplo de obediencia. La sumisión es la actitud natural de alguien que esta enamorado. 

Finalmente, debemos perseverar en los principios dados en estas 3 cosas “hasta el fin del mundo”- hasta que Jesucristo venga por Su Iglesia.  Con estas palabras, Jesús muestra que el hacer discípulos es el deber para cada cristiano hasta que Él regrese, no solamente para los 12 discípulos.  Esto crea una relación esencial entre hacer discípulos y el comienzo de nuevas  iglesias. Toda iglesia local  requiere el discipulado para madurar a la iglesia, no de programas para entretener a la audiencia.  Hacer discípulos me lleva a fortalecer la iglesia y la reproducción de los mismo termina en más iglesias. Iglesias engendran iglesias.  

La Promesa

La asignación descrita arriba puede parecer abrumadora.  Sin embargo, mientras hacemos discípulos podemos tener confianza.  Estamos seguros de un éxito final, porque Cristo ahora tiene “toda autoridad” y él nos promete estar con nosotros siempre “hasta el fin del mundo”.  Cristo mismo es la garantía de éxito, mientras nos mantenemos en Él, dependiendo de Su autoridad y presencia (Juan 15:4-17).

El Apóstol Pablo, en la cárcel, escribió con confianza a la iglesia en Filipos (Fil.1:6) “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.” Dado que él reconoció que Dios estaba obrando y que el Espíritu estaba residiendo en los creyentes, él sabía que su trabajo no fue en vano. Eso son las buenas noticias para nosotros mientras iniciamos un estudio sobre hacer discípulos. 


HACIENDO  DISCÍPULOS


Un Discípulo

Un discípulo se puede definir como: una persona que ha puesto su fe en Cristo y se ha identificado como un seguidor de Él y miembro de Su Iglesia. Decidió  someterse a Cristo y se ha dedicado a vivir una vida de obediencia a toda la voluntad de Dios. Esta obediencia no en una mera conformidad externa, sino proviene de un corazón de amor, fe y esperanza. El crecimiento del discípulo en obediencia es un proceso continuo. Las Escrituras describen al discípulo como uno que se niega a sí mismo y toma su cruz y sigue a Cristo (Mateo. 16:24). El discípulo sirve a otros (Mateo. 20:25-28). Él tiene un amor supremo para con Cristo (Lucas. 14:25-27). Las otras personas sabrán que él es un discípulo de Cristo por su amor para con ellos (Juan 13:34-35). Su vida mostrara a Cristo en todo momento (Juan. 15:8). 

Hacer Discípulos

Hacer discípulos se puede definir como: El proceso por el cual una persona conoce a Cristo y lleva a otros al conocimiento, mediante su propio conocimiento y  dependiendo de la autoridad y presencia de Cristo, toma la iniciativa…  

  • de guiar a la gente a la fe y sumisión a Cristo
  • de incorporarles a Cristo y a la iglesia
  • de guiarles a una vida de obediencia a toda la voluntad de Cristo  

No podemos pensar que el guiarles a la fe es cuando reciben a Cristo, El Señor dejo un mandato muy claro entre evangelismo y discipulado, no se puede pretender traer niños al mundo y no ayudarles a crecer, de la misma manera no podemos guiar personas a la salvación sin ensañarles todo el consejo de Dios.  

TODOS SOMOS LLAMADOS A  HACER DISCÍPULOS  

Para Preparar al Cuerpo de Cristo (La Iglesia) como se prepara una novia para su boda

Conforme examinamos las Escrituras, vemos que la meta de Dios en la historia es glorificar a Cristo haciéndole “cabeza” sobre todas las cosas. También vemos que a Cristo se le presentará la Iglesia utilizando el ejemplo de una novia que se presentará ante quien la tomará como esposa, hecha santa y sin mancha, quien será “su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo» (Ef. 1:23). Cristo reinará supremo, pero no ejecutará Su autoridad solo.  El evangelismo se enfoca en traer a la gente para ser parte del Cuerpo de Cristo; hacer discípulos se enfoca en la unión y crecimiento de este Cuerpo para su relación con Jesús, su Cabeza (Ef.4:15-16, Col.1:18). Por eso, la Iglesia juega un papel esencial en el plan de Dios.  Todo lo que Dios está haciendo ahora está diseñado para crear esta comunidad santa, un pueblo para este propósito especial- para ser verdaderamente uno con Él y consigo mismo, para ser participantes en la vida que caracteriza la Trinidad.  La Iglesia finalmente tributará a Dios la gloria que Él merece, reflejando Su carácter santo y adorándole “en espíritu y verdad” (Juan 4:23).  Por Su gracia Dios ha establecido la Iglesia como el medio por el cual Él cumplirá este propósito.  En resumen, el mandato de Cristo de hacer discípulos es Su llamado de participar en la creación de la santa comunidad de Dios, un Cuerpo perfecto y santo, apartado para Cristo. 

Para Hacer de Su Iglesia una Representación Digna y sin Mancha

Todo lo que somos y todo lo que hacemos se debe evaluar a la luz del “llamado” de Dios de tomar parte en la creación de la comunidad santa de Dios, la Iglesia (Jn.17:22-23). Nuestro éxito en hacer discípulos se mide al evaluar cómo estamos edificando el Cuerpo de Cristo. ¿Las cosas que hacemos ahora están preparando a la Iglesia para ser digna de Cristo? Considere estas preguntas:  

  • ¿Estamos permitiendo a la gente crecer en unión con Dios y el uno con el otro? ¿Estamos guiándoles a vivir vidas que manifiestan el amor divino y que reflejan esta unión
  • ¿Estamos permitiendo a la gente crecer en su fe y esperanza en Cristo?
  • ¿Estamos permitiendo a nuestros discípulos ministrar eficazmente a otros, para edificarse en Cristo?
  •  ¿Estamos guiándoles a ser embajadores de Cristo, llamando a otros a ser parte de la comunidad santa de Dios y agrandando a la cabeza que es Cristo?