Descripción
La soteriología, la doctrina de la salvación, tiene que ser el tema mayor en las Escrituras. Abarca todas las edades, como también la eternidad pasada y futura. Se relaciona en una forma u otra con toda la humanidad sin excepción. Aún tiene repercusiones en la esfera de los ángeles. Es el tema tanto del Antiguo como del Nuevo Testamentos. Es personal, nacional y cósmica; y se centra en la persona más importante, nuestro Señor Jesucristo. Desde la perspectiva de Dios, la salvación incluye la obra completa de Dios en traer a las personas de la condenación a la justificación, de la muerte a la vida eterna; y de alienación a la filiación. Desde la perspectiva humana, incorpora todas las bendiciones de estar en Cristo, tanto en esta vida como en la vida venidera. El alcance inclusivo de la salvación se subraya por observar los tres tiempos de la salvación: (l) Al momento de creer uno fue salvo de la condenación del pecado (Efesios 2:8; Tito 3:5). (2) Ese creyente también está siendo salvado del dominio del pecado, santificado y preservado (Hebreos 7:25). (3) Y será salvado de la misma presencia del pecado para siempre en el cielo (Romanos 5:9‐10).
La importancia de estudiar la Doctrina de la Salvación, SOTERIOLOGÍA
No comprender claramente la doctrina de la salvación puede resultar en la proclamación de un evangelio falso o pervertido. Gracias a Dios, Su gracia supera nuestras presentaciones imprecisas y las personas se salvan a pesar de, no por razón de, un evangelio impreciso o incorrectamente proclamado. Decididamente, esta doctrina es esencial, simplemente porque es responsabilidad de todo creyente testificar del Evangelio. Es aún más importante para el predicador, porque él es la conexión entre Dios y la persona no regenerada, por lo tanto, su mensaje tiene que ser claro (Romanos 10:14‐15).
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