¿En qué sentido la gracia es suficiente? Pablo recibe justo lo necesario para que la aceptación sea «de buena gana» (2ª Corintios 12:9) y «con gozo» (2ª Corintios 12:10) No se trata de soportar el aguijón o de sobrevivir en medio de la prueba. Esta actitud no es suficiente. Esta muy mal  cuando aceptamos las espinas a regañadientes, sólo porque no hay más remedio. Dios no quiere esta aceptación forzada más cercana a la resignación estoica. El nivel de suficiencia que Dios pide es mucho más alto: Él no quiere hijos «gruñones», sino «más que vencedores» en expresión memorable de Pablo. (Romanos 8:37).  

 PODER: «PORQUE MI PODER SE PERFECCIONA EN LA DEBILIDAD» 

La segunda frase viene introducida con un «porque». Se trata de una explicación que amplía la afirmación anterior. Probablemente Pablo -hombre que ya antes había sido transformado por la gracia divina en otras facetas de su vida- no necesitaba esta aclaración, ¡pero nosotros sí! El Señor no se limita a decirle que se conforme con su gracia, como si fuera una orden. La frase no está en imperativo: «te ordeno que…». Dios no es un déspota autoritario. Cual padre que busca no sólo consolar, sino también convencer, le ofrece un argumento poderoso. La persona en lucha con su aguijón necesita explicaciones que son imprescindibles para una aceptación genuina. Por ello la exhortación va acompañada de una explicación convincente: «mi poder se perfecciona en la debilidad». Aquí radica el secreto que nos ayuda a entender por qué la gracia de Dios nos basta. No es sorprendente que este pasaje se haya convertido en escudero inseparable y fuente de inspiración permanente para todos los que sufrimos a causa de un aguijón.  

Sé que fuimos formados con la idea no bíblica  donde se nos decía a Dios no se le pregunta el porqué, sino el para qué, esto suena muy bonito, pero no es real, Dios se deleita en compartir sus secretos con nosotros, de tal manera que ya no nos llama siervos, sino amigos, pues el siervo no sabe lo que hace su Señor.

Así que es tiempo de disfrutar la amistad con Dios.